LA CAJA DE LOS TRUENOS

      Nunca pensó que si abría la caja de los truenos luego no iba a ser capaz de cerrarla. Siempre creyó que lo tenía todo controlado, pero no. No tenía nada controlado!!. Más bien estaba todo muy descontrolado!!.

 

     Después de toda la vida con la misma persona, se sentía más sola que nunca. Ya no recordaba lo que era esa ilusión de algo nuevo, algo distinto. 

      Y es que cuando tuvo a su hijo, su vida al principio se centró en él y se olvido por completo de que ella seguía existiendo. Tampoco acompañaba la situación de que su pareja estaba pasando de ella por completo.

      Mientras todas sus amigas trasteaban por internet, ella ocupaba su poco tiempo libre en leer. Le hacía sentir que vivía  “otras vidas”. Pero al final las amigas la convencieron y empezó a meterse ella también, “ a ver qué había”.

       Y lo que había la sorprendió. Porque se dio cuenta de que ahí la veían, hacían por conocerla, se volvió a sentir atractiva, ilusionada y contenta.

       Y empezó a surgir gente que ella no se esperaba. Personas que le hicieron volver a ilusionarse.

       Al principio fue solo eso... juego, ilusión y risas. Hasta que eso empezó a ganar fuerza y con la poca ilusión que tenía en casa al final fue cediendo un poco... y otro poco... Hasta que pasado un tiempo dio el paso y conoció en persona a un hombre que la tenía deslumbrada.

        La primera vez que había estado con otro hombre desde que conoció a su pareja. No sabía cómo iba a reaccionar al volver a casa, si se iba a atrever a su pareja a la cara. Pero estaba todo tan perdido, que si pudo. Pudo mirarlo. Y no se arrepintió.

        Con ese chico que la había “ilusionado”, se vio varias veces. Y tuvo una relación amistosa bastante considerable. Pero cuando ella fue consciente de que estaba jugando con fuego y quiso cortarlo, no pudo.

         Y no pudo porque cogió distancia con el. Pero ella ya no era la misma. Ya no era capaz de centrarse en lo que de verdad tenía. Se despistaba con otras personas.. soñaba... se sentía viva!!!. Tan viva como hacía años que no lo hacía.

          Y aunque se lo propuso y dejó pasar el tiempo... luego apareció otra persona. Apareció porque ella no lo evitaba y porque le hacía sentir lo que en casa no sentía. Y así, fueron pasando cosas... locuras...

          Cuando juegas con fuego, te puedes quemar. Y ella lo sabía... Quiso cerrar esa caja de los deseos, de los juegos, del fuego!! y no supo. 

           Ni supo, ni quiso saberlo. Y se enredó en una doble vida, en la que cada vez se enredaba más y en la que pasaban los años a dos fuegos.

           Y no nos engañemos... al principio todo es muy bonito, pero cuando va pasando el tiempo empiezas a tener los mismos problemas de siempre.

            Algunas veces pensaba que ojalá y nunca hubiera dado ese paso. Ojalá y se hubiera quedado inmersa en sus libros. Pero tenía que reconocer que las vivencias que tuvo desde ese momento, que fueron pocas... le había hecho sentirse viva. Y eso... tira mucho.

            Hubo veces que intentó cerrar esa etapa y centrarse en lo que tenía. Habia cambiado la situación y merecía la pena intentarlo. Pero ya no lo consiguió!!! Esa droga de sentirse ilusionada y viva... era demasiado potente y creaba adición.

            Y así era su vida!! Necesitaba vivir!!! Quería vivir con ganas, con fuerza!!. Y ojalá y nunca hubiera abierto esa caja. Pero la abrió. Y ya no pudo cerrarla.