POR CASUALIDAD

    Ana cerró los ojos...... respiró... y se paró a pensar. Todo estaba pasando muy deprisa, y ella se estaba dejando llevar. Y la verdad... es que ni podía parar, ni quería....

    Estaba esperándolo en aquella cafetería.... Una cualquiera, ¿que mas daba?, si eso era lo de menos. Y mientras esperaba.... recordaba.

   

 


     Se lo había currado, y de una manera tan original, que era imposible no reaccionar ante él. Imposible.
     Y es que le había demostrado que cuando algo le gustaba, lo intentaba. Y por lo que ella misma veía, lo conseguía. Y en este caso, había sido ella la que le había gustado.

      Entonces le vio pasar pasar por la puerta. Tan guapísimo como siempre... y en un minuto , al verle los ojos, revivió todo otra vez:

      Como hablaban entre pegados y separados..... disimulando una conversación normal, cuando en realidad, se estaban diciendo barbaridades uno al otro.
      Era efecto del alcohol?... No.. no había bebido mucho. Era el efecto él. El.

      Eran sus labios, besándose sin miedo alguno, y como sin darse cuenta, estaba abrazada a él. Le encantaba olerlo y como la abrazaba.
      El corazón se le salia.... y es que lo deseaba tanto, que era como si flotara.

      Escondidos en la noche, sus manos metiéndose por dentro del vestido .... por debajo de su falda.... por dentro de sus bragas.... Y ya todo daba igual.

     Y pasaron los minutos, y las horas...y solo sintió el placer de sus besos, de sus caricias, de su sabor, de sus embistes, de él...

     Deseaba revivir una y otra vez, la sensación de tenerle debajo, clavado entre sus piernas... al tiempo que abrazados, rodeaba con su boca sus pezones ...
     La sensación de tenerle encima, y como la miraba al tiempo que la penetraba sin contemplaciones.
     La sensación de los dos sudando... y con el peligro de ser vistos....
     La sensación que él le provocaba....
     La sensación de llevar su olor clavado en su cuerpo .. y desear que no desapareciera nunca...
   

    Le había encantado , y le deseaba mañana, tarde y noche.... continuamente.... Pero no solo fue esa noche..... eran los días posteriores....

    Sus risas ... sus palabras cariñosas .... sus ganas de estar juntos.... sus conversaciones.... su interés .... su todo....

    Y así... sin darse cuenta ninguno de los dos.... empezaron a pasar esas cosas que pasan sin esperar...
    Ese "de un mensaje" se convierten en cien... Ese de una "sonrisa tímida" se convierten en risas conjuntas... Ese "a ver si nos vemos" a.. estamos deseando estar juntos... Y cuanto mas tiempo estaban... mas querían....
 
    Ana le miraba, y sabía que era especial..... y no queria que dejara de serlo.... Un hombre que le hacía sentirse como no le había hecho sentir nadie ....
 
   Como también sabía ... que aquello no iba a quedar ahí. Lo supo, desde el primer día que descolgó el teléfono....
   
   Y se decía a sí misma una y otra vez, que estaba claro, que las mejores cosas que pasan, siempre pasan por casualidad.

 

 
 Moreno guapo....