NADIE ELIGE

No elegimos como somos, nacemos como nacemos, y tenemos que vivir con lo que nos ha tocado. Nadie tiene la culpa de ser guapo o feo, inteligente o torpe, gordo o flaco....

Pero hay otra parte de nosotros, que no elegimos. Se puede moldear, se puede intentar reforzar, cambiar. Pero es muy difícil cambiar radicalmente.

Tengo claro, que la educación que nos dan nuestros padres, lo que vivimos en nuestra infancia y adolescencia, nuestro alrededor, nos dirige a un sitio u a otro. Pero nacemos siendo de una manera, y así nos morimos.

Personas que conviven en la misma casa, con la misma educación, el mismo entorno social, todo igual, y unos son independientes, otros necesitan a los demás, unos son cariñosos, otros ariscos, unos luchadores, otros esperan que les solucionen la vida, etc, etc. No me tengo q ir muy lejos, para ver, como personas necesitan ser el centro de atención desde que nacen hasta el fin de sus días.

Pero viendo como somos todos, soy consciente, de que jamás cambiaré. Es prácticamente imposible. Lo intento muchas veces, pero no lo consigo. No digo cambiar radicalmente, porque tampoco querría. Pero sí un poco. Pero no... no puedo.

Soy como soy. Soy una escopeta feria, que se queda en nada después de disparar. Soy la bomba de relojería, que desembucha lo que le duele y luego no se siente peor por eso. Soy la que quiero a mis amigos, y aunque les escuche, no les hago caso, porque termino haciendo lo que de verdad me dice el corazón. Soy como un globo, que se infla y desinfla con una gran facilidad.

Pero sí puedo decir una cosa, y es que aunque me den esas rabietas de niña pequeña, tengo un corazón mas grande que una casa. Y sí...  ocupa mucho sitio, pero estoy orgullosa de él, porque me ayuda a ser como soy. No sé ni como soy, pero si no consigo endurecerme, será por algo.