LIBERTAD Y SOLEDAD

  
    A ratos.... cuando ponía en marcha la maquinaria, se entristecía. Ana pensaba que le faltaban cosas por vivir, y que no quería morir sin haberlas vivido. Sabía que tenía toda la vida por delante, pero no la libertad necesaria.

    Y era esa sensación contradictoria que puede haber, entre la falta de libertad y el miedo a la soledad.

     Nunca se sabe cual es el camino correcto... e hiciera lo que hiciera, no sabía si habría actuado bien.

     Pero últimamente echaba en falta muchas cosas, y eso le aprisionaba el pecho, de una manera alucinante.
     Estaba vulnerable en exceso, y eso le hacía echarse a llorar por cualquier motivo. Siempre le había dado miedo equivocarse.... pero es que había errores, que podían ser tremendamente dolorosos.

     Siempre oía la misma canción..... no hables en caliente... no hables en caliente.... se pueden decir cosas, de las que luego te puedes arrepentir. Y hacía caso... no hablaba en caliente. Solo que cuando se enfriaba, no había fuerza suficiente para una sinceridad así.

     Y así pasaban los años... esperando ... que?.

     Por otro lado, tenía una imagen que le había calado hondo.

     Ese mismo verano, había salido una noche con sus amigas a cenar y luego de fiesta. Estando en una terraza de la zona de copas..... vio a una chica que conocía. Ni siquiera la reconoció a primera vista. Estaba tonteando con un hombre mayor. Y cuando se dio cuenta de quien era, la vio cambiada. Estaba envejecida. Mucho.

     Una amiga hizo un comentario, por el tonteo que se traían..... Dijo algo así...

     . Madre mía... esta mujer que tiene que tener 200 años, menudo tonteo se trae con el hombre.

     La verdad, es que no es que tuvieran ligando, sino que era un poco espectáculo, tipo adolescente, pero en personas ya bastante mayores.

     Entonces fue cuando Ana, la reconoció. Y recordó, cuando iba a su clínica de estética. Una mujer independiente, joven, guapa.... siempre orgullosa de estar sola y de no tener ataduras.
   
     Pero en ese momento... vio  todo lo contrario. Vio una mujer envejecida, luchando por no perder una juventud que en un pasado fue esplendoroso... Vio una mujer sola, que se agarraba con uñas y dientes a ese hombre, porque necesitaba la compañía de alguien desesperadamente. Vio una mujer triste.

     El hombre, en cuanto pudo, salió pitando, y ella se quedó allí, con la sonrisa seca, de disimulo... pero con ojos apagados....

     Ana no sabía si eso es lo que realmente le pasaba a esa mujer. Pero esa es la impresión que le dio. Y no le gustó nada . La imaginaba volviendo a casa sola.... día tras día.... y necesitando otras cosas distintas, a las que se necesitan cuando el cuerpo puede con todo.

    Porque al final.... todas las personas... antes o después... buscan alguien con quien estar... y con quien compartir su vida.

     Que difícil puede ser la vida a veces, o que difícil la hacemos nosotros. Siempre se añora lo que no se tiene. Ana sabía lo que necesitaba, lo sabía muy bien.... pero había unos lazos muy fuertes y que pesaban mucho.
     Por otro lado,  la imagen de esa chica, la frenó.... Sabía que había vivido su vida libre, sin miedos, sin responsabilidades..... pero ahora la veía SOLA.

     Ana se dio cuenta, que le daba verguenza de sí misma pensar esas cosas. ¿Solo le pasaba  a ella?. Ansiaba la libertad, necesitaba tener soledad, para empezar de cero. Quería hacer su vida , y volver a ilusionarse.... Pero por otro lado, le daba miedo , que una vez vivido eso que tanto ansiaba... acabar en soledad.

    Necesidad de vivir libre, frente al miedo a la soledad final.

    Ana... pensaba.. pensaba.... pensaba... ¿que necesitaba? ¿por que se sentía así?.... Lo tenía todo. Una vida acomodada, un trabajo que le gustaba, su familia, sus amigos..... Sin embargo... ¿que le pasaba? ¿ que leñe ansiaba tanto?....
    Y sabía muy bien lo que deseaba... Deseaba recuperar lo que los años habían secado... El amor que te hace soñar, el cariño y la complicidad que te dan la felicidad.. y el sexo que te hace vibrar.

     Ardua tarea la de Ana..... Estaba tentando al diablo con  sus deseos.... pero no podía frenarlos.... ni tampoco quería hacerlo.

     Había dado un paso importante.... y era ser sincera con quien tenía que serlo. Pero aún así.... su lucha interna era como la guerra de Troya.

     Ana.... Ana..... piensa .... Piensa en la felicidad de los que tienes a tu lado.

     A lo que Ana respondío....

     . En eso llevo pensando años... en la felicidad de los de mi alrededor... y por eso... casi me he olvidado de la mía propia.