NUNCA DIGAS .... NUNCA JAMAS

                   

    Cuantas veces, habré oído a mi madre decir eso..... "Nunca digas, nunca jamás". Bueno, soy muy refranera, es herencia familiar, pero es que , hay algunos refranes, que calaron hondo dentro de mí, y este es uno de esos.

     Mi madre lo decía siempre que venía a cuento, y yo la escuchaba, como que la cosa no iba conmigo. "Cosas de madre", pensaba para mí misma. Y como que me resbalaba. Y claro, yo tenía esa chulería típica de los adolescentes ..... como que nada va con ellos. Esas chorraditas me entraban por un oído y me salían por otro, además retaba. Aunque tengo que decir, que nunca fui una adolescente rebelde (gansa hasta para eso... ) (claro , que la rebeldía me vino después, jajajjaa, joer , hablo sola).

     Muchas veces hablando con mi familia o con mis amigos.... tenía la manía de decir... : Yo ???? eso no lo hago ni loca... vamos.... !!! , y solo me faltaba darme golpes en el pecho para confirmar, que para chulo mi pirulo, y que yo no caía en esas cosas.
     Por supuesto, si antes dices que algo no, te pasa algo sí. Y yo... mas que nadie. Lo que pasa, es que durante años, eran tonterías... cosas así como... yo jamás me pondré un pantalón así... hasta que me lo ponía. Pero eso son minucias.

     El punto álgido de mi chulería, fue cuando empecé a trabajar. Era una cría con 18 años, y mas lela que lela. Y cuando entré en aquella empresa, me choqué con lobos y lobas, que sabían latín , griego y lenguas árabes (es una metáfora, ehhh). Veía los líos que se traían unos con otros, y solté mi flor

     .... "Yo jamás me liaré con un compañero de trabajo".. , menudo rollo, juntos todo el día.

     Y claro, no es que me liara con un compañero, es que terminé casándome con él. Por esa frasecita, me merezco la medalla de oro. Por lo que desde ese momento, empecé a entender las sabias palabras de mi madre.... y dejé de decir, nunca jamás.

     Cuando cambié de empresa y pasé a la que estoy ahora... tenía una compañera ( y tengo), de las que comulgaba con ruedas de molino. Esta sí era de las que se daba golpes en el pecho para decir cosas..... "ante todo mi familia" "ante todo mi marido" ..... "no entiendo como algunas pu -tonas se pueden meter en medio de otros matrimonios y destrozarlos" .... " yo antes de hacer eso, me fusilo" .... blablablabla .Yo la escuchaba y se me retorcían las tripas, pero vamos... ver , oir y callar. No por nada, sino porque NUNCA sabemos lo que nos depara el mañana.

     Recuerdo, que empezó un becario a trabajar con nosotras, que estaba BUENISIMO.... y claro, todas lo decíamos. Y ella, siempre nos reñía... " por favor"""" que estais casadas ... ( sí , nena, casadas pero no ciegas), que no teneis verguenza.... ¿no os da remordimientos decir eso ?¿y si se entera vuestro marido?.

     Pero si lo único que decíamos era que estaba bueno!!!!, Pufff, para que yo hubiera dicho como me imaginaba al colega, entonces sí que me habría quemado en la hoguera.

     Hasta que pasan los años.... y un buen día.... esta chica entra en una red social. Y fíjate por donde.... conoce hombre cariñoso. Y tanto dijo "yo eso jamás" ...., que  terminó liando con él.... y lo ha tenido como amante durante años. Hasta que ha puesto al marido en la puerta con la maleta..... para poder ser feliz. Y no digo que poner el marido en la puerta, sea necesario para ser feliz ( que no me explico bien).... sino que se dió cuenta, que a veces.... de lo que mas hemos renegado durante nuestra vida, se termina dando la vuelta, para convertirse en lo que nos hace feliz.

     Por eso..... a veces.... mejor cerrar el piquito y no juzgar a los demás, porque nunca sabemos, lo que nos puede pasar mañana.

     Si a mí, hace años ... me llegan a decir algunas cosas que he vivido, no lo hubiera creído. Pero es que los años nos cambian... nos hacen ver la vida de otra forma, y nos hacen plantearnos muchas cosas.

     No sabemos lo que nos depara el mañana... ni como somos capaces de reaccionar ante algunas cosas.

     Lo que sí sabemos, es que la vida se pasa. No se para ahí, para que nosotros nos sentemos a verla pasar. Y hay que luchar por ser feliz, o por lo menos intentarlo.....

     Nunca digas.... de este agua no beberé... porque no dejarás una gota que no entre por tu garganta.